Dondequiera que exista un anhelo espiritual, una inquietud espiritual; allí donde alguien se pregunte ¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿para dónde voy?, ¿por qué existo?, ¿para qué vivo?, ¿cuál es el objetivo de mi existencia?, etc. ; ahí esta la Gnosis. Por eso grandes maestros de la humanidad nos dicen que la Gnosis es el origen de toda sabiduría, es ciencia y síntesis.
No está de más en este trabajo aclarar en forma enfática , que el Gnosticismo es un proceso religioso muy íntimo, natural y profundo.
Tal como lo utilizan los Gnósticos de los primeros siglos del cristianismo, la palabra Gnosis, podríamos traducirla por «intuición», porque la Gnosis entraña un proceso intuitivo de conocerse a uno mismo. y conocerse a uno mismo, decían ellos, es conocer la naturaleza y el destino humano.
Según el Maestro Gnóstico Teodoto, que escribía en Asia Menor hacia 140 – 160, el Gnóstico es aquel que ha llegado a entender «quiénes éramos y en qué nos hemos convertido; donde estábamos… hacia donde nos apresuramos; de qué se nos está librando, qué es el nacimiento y qué es el renacimiento». Sin embargo, conocerse a uno mismo, en el nivel más profundo, es al mismo tiempo conocer a Dios; este es el secreto de la Gnosis.